¿Desea volver a utilizar la sauna después del verano? Es más fácil decirlo que hacerlo. Porque un sauna casero se puede utilizar solamente por muchos años si se mantiene correctamente. ¿Y quién puede relajarse bajo los filamentos y con mal olor?
Sin embargo, si se toma en serio nuestros consejos, podrá disfrutar de su sauna durante mucho tiempo.
Limpieza interior de la sauna
Antes de poner en marcha la sauna, compruebe si hay tornillos sueltos en la sauna de su casa y apriételos si es necesario. Si su sauna está en orden, puede empezar a limpiar. Utilice un paño húmedo sin detergente. Las partes de madera de la sauna no deben ser pintadas, barnizadas ni tratadas de ninguna otra manera.
El calentamiento de la sauna puede hacer que la resina se escape de la superficie. Estos residuos de resina se pueden eliminar con un raspador y una lija fina después de que la sauna se haya enfriado.
En general, es aconsejable colocar una toalla debajo de su propia sauna durante la sesión de sauna. De este modo se evita que las manchas de sudor poco atractivas se asienten sobre la madera.
Sustitución de las piedras de la sauna
Las piedras de la sauna deben ser reemplazadas a intervalos regulares. Dependiendo de la frecuencia de uso de la sauna, esto debe hacerse cada 3 a 5 años. A más tardar, sin embargo, si se produce un mal olor en la sauna. Debido a las grandes diferencias de temperatura, pueden formarse grietas en las piedras de la sauna y partes de las piedras pueden desmoronarse, deslizarse hacia abajo en las varillas de calentamiento y comprimirse. Como resultado, no hay una circulación de aire adecuada y las piedras de la sauna pueden dañar las varillas de calentamiento. Además, se pueden formar depósitos en forma de cal en las piedras como resultado de las infusiones y otros aceites esenciales. Dado que estos también penetran en los poros de las piedras, no pueden ser removidos por cepillado o lavado. Por lo tanto, para un cuidado óptimo de la sauna, debe respetar esta regla.
Antes de utilizar las nuevas piedras de sauna por primera vez, siempre es aconsejable limpiar las piedras para eliminar el polvo que se genera cuando las piedras se rompen. Después, las piedras deben ser clasificadas un poco y las piedras más pequeñas deben ser colocadas en el horno entre los elementos de calentamiento, para que las piedras sean cada vez más grandes hacia arriba. Es importante no restringir la circulación de aire en el horno. Por lo tanto, las piedras de la sauna de la diabasa olivina deben ser clasificadas de manera suelta y suelta. También es importante asegurarse de que los elementos calefactores estén cubiertos desde arriba para que el agua llegue directamente a las piedras durante una infusión y no a los elementos calefactores.